¿Usted ya conoce la parábola del hijo pródigo?
Es posible que sí, ya que se trata de una narrativa bastante popular.
Lo que tal vez usted aún no sabía es lo rica que es en enseñanzas importantes para el mejoramiento moral de los seres humanos.
Es por eso que una reflexión sobre la historia y las lecciones que ella deja siempre viene en buena hora.
Hablaremos bastante sobre eso a lo largo de este contenido.
Si usted tiene interés en aprender al respecto de la parábola del hijo pródigo, continúe leyendo.
¿Qué es un hijo pródigo? ¿Qué es una persona pródiga?
El Hijo pródigo es un término que se volvió conocido por causa de una famosa parábola contada por Jesucristo.
El pasaje habla al respecto de un joven muy codicioso, que decidió tomar posesión de la herencia de su padre, aún vivo, y salir por el mundo derrochando esa riqueza.
Una persona pródiga se define por un desvío moral que la lleva a gastar compulsivamente, pudiendo poner en riesgo su salud financiera e inclusive comprometer innumerables esferas de su vida.
Actualmente, los individuos pródigos son llamados como consumistas.
Esta actitud puede ser considerada una condición mental, ya que la persona no siempre consigue percibir el mal que se está haciendo a sí mismo y a los otros con tal acción.
Además, ese comportamiento puede ser adoptado como forma de suplir alguna necesidad psicológica del individuo.
Hijo pródigo versículo
En la Biblia, la parábola del hijo pródigo puede ser encontrada en Lucas 15:11-32 y es gran fuente de reflexión sobre la ambición, la frustración que los actos inconsecuentes causan, el perdón y la práctica del bien.
Es interesante hacer la lectura de este pasaje para comprender la naturaleza espiritual, muchas veces errónea, y sus consecuencias para el bienestar físico y psicológico futuro.
Ella es relevante hasta para generar la reflexión de que, en diversos casos, aquellas personas que perjudicamos o herimos serán las que nos ayudarán en futuras oportunidades.
Hijo pródigo en la Biblia
El pasaje del hijo pródigo en la Biblia se hizo ampliamente conocido, convirtiéndose en tema de canciones cristianas y siendo base para muchos estudios espirituales.
La propuesta es mejorar la moral del Espíritu, tomando como ejemplo las actitudes de cada integrante de esta historia.
¡Descubra más a continuación!
Parábola del hijo pródigo
La parábola del hijo pródigo cuenta la historia de un hombre que tenía dos hijos.
Cierta vez, el hijo más joven solicitó recibir su parte de la herencia y, para atender al pedido de él, el padre repartió su propiedad entre ellos.
Poco después de recibir su parte, el hijo más joven reunió sus bienes y partió para una región distante.
En este local, él gastó todos los recursos de forma extremadamente frívola e irresponsable, rápidamente quedándose sin medios para sustentarse.
Una vez que se encontró en gran necesidad, el hijo pródigo buscó empleo en la región en la que estaba, consiguiendo la humilde tarea de cuidar cerdos.
Sin embargo, él aún se encontraba en una situación compleja, sufriendo de hambre.
En aquel momento, nadie fue caritativo con él, dejándolo envidiar el alimento que los cerdos tenían más que él.
Cierto día, el joven recordó a dos empleados de su padre, que estaban ricos y en circunstancias armónicas.
Se arrepintió de su acto ingrato y decidió volver a la casa del padre y pedir su misericordia con el fin de rehacer su vida.
Al aproximarse a la casa de su padre, cuál fue su sorpresa cuando lo vio extremadamente feliz, corriendo en dirección a él con extrema compasión.
Mandó a hacer un banquete, pues su hijo había regresado.
Sin embargo, el hijo mayor, cuando se deparó con la fiesta preparada para su hermano, sintió rebeldía y envidia.
Su actitud se justifica porque, en la concepción de él, el motivo de la fiesta no debería ni siquiera ser considerado como miembro de la familia.
Enseguida, él se sintió ofendido, pero comprendió, después de la explicación del padre, que la conmemoración era por la vida del hermano, y no por sus errores.
Errores del hijo pródigo
El hijo pródigo cometió innumerables errores con sus actitudes inconsecuentes.
El primero fue creer que el dinero era la causa principal de la felicidad y que debería ser valorado por encima de todo y de todos.
Además, él deshonró a su padre, porque pidió la herencia antes de él morir, insinuando su irrelevancia como padre y la falta de amor como hijo.
Después, él erró al actuar con libertinaje, gastando su dinero de modo irresponsable, como si jamás se fuese a acabar.
Con eso, promovió gran desperdicio de sus bienes y, consecuentemente, generó la falta de suministros para poder sustentarse.
Finalmente, el hijo pródigo falló también por no haberse preparado para ninguna tarea, consiguiendo un empleo que no le proporcionó lo suficiente.
Además de eso, confié en las personas equivocadas, pidiendo soporte donde no había nadie que pudiese o estuviera dispuesto a ayudarlo.
Historia del hijo pródigo en los días de hoy
La historia del hijo pródigo aún es muy actual y es un excelente paralelo con la realidad que vivimos.
Esto sucede porque gran parte de las personas siguen considerando a los bienes materiales y al éxito financiero más importantes que sus relaciones familiares y de amistad.
Podemos ver cuántas estafas se realizan de socio para socio, de hijo para padre y viceversa, de empleado para patrón y lo contrario.
En todas las relaciones en las cuales la codicia habla más fuerte, hay una ruptura de los conceptos morales y éticos en nombre de la ascensión financiera.
¿Qué podemos aprender con el hijo pródigo?
Con esta parábola, podemos aprender que los placeres, lejos del camino de la rectitud, son temporales y que después traerán incomodidad y tristeza.
Además de eso, el pasaje enseña que, muchas veces, cuando la evolución moral no es adquirida en el amor, debe ser conquistada por medio del dolor.
Al final, en situaciones desfavorables, el Espíritu en deuda tiene la oportunidad de redimirse.
Otra enseñanza que podemos observar es la de que Dios nos acepta como somos y que, cuando el arrepentimiento es sincero y el individuo está dispuesto a postrarse para recibir el perdón, él lo espera de brazos abiertos.
Eso no significa que los errores sean ignorados, pero que más vale para el Padre la vida del hijo y su intención de reparar su falla, que insistir en culparlo por su equivocación.
Estudio sobre el hijo pródigo
A pesar del error del hijo pródigo y su posterior redención, él no es el único personaje de la parábola que debe ser observado.
¡Entienda mejor a continuación!
Estudio sobre el hermano del hijo pródigo
A pesar de que muchos consideran justificable la actitud de rebeldía del hermano, eso revela un aspecto oscuro de su ser: la envidia.
Todo Espíritu encarnado es imperfecto y es propenso al error.
En ese sentido, considerarse más merecedor de afecto y aprecio por haber cometido errores menos graves no es justificable.
El amor verdadero no disputa fracasos, sino que apoya la evolución del prójimo, una vez que él se muestra dispuesto a evolucionar.
Cuando el hijo mayor se siente resentido por la conmemoración del padre con el regreso del hermano, él explica que no hace el bien por el bien, pero si por el reconocimiento.
La acción benevolente debería ser suficiente y ser una fuente de alegría solo a través de su práctica.
¿Por qué el padre no fue detrás del hijo pródigo?
Para conseguir el progreso, muchas veces, es preciso cometer equivocaciones.
Eso explica el hecho que el padre del hijo pródigo no fue detrás de él ni le impidió irse.
En el caso de que lo hubiera hecho, el padre generaría rebeldía en el hijo, que no pasaría por las pruebas necesarias para que él comprendiera su error y buscase su evolución.
Imagen del hijo pródigo
La imagen del hijo pródigo puede ser relatada como la de un individuo orgulloso, irresponsable y que no define bien prioridades.
Entonces, él se convierte en el verdugo de sus propias actitudes impensadas y busca ayuda en lugares equivocados, hasta comprender que debería redimirse con aquel al cual deshonró de manera injusta.
Finalmente, su imagen es la de redención, ya que él percibe su error y pide perdón al padre, buscando mejorar sus actitudes con el fin de ser merecedor de su benevolencia.
Actividades sobre el hijo pródigo para niños
La Doctrina Espírita debe hacer parte de la vida de los pequeños.
Es muy interesante enseñar a los niños sobre la parábola del hijo pródigo, para que ellas puedan dar valor a las cosas que realmente son preciosas en sus vidas.
Para eso, pueden ser hechas innumerables actividades, como contar la historia utilizando títeres, utilizar libros con imágenes para colorear, promover teatros didácticos para que los pequeños escenifiquen el pasaje, entre otras.
Cada ejercicio, al ser conducido con clareza y cariño, hará que la parábola sea comprendida y considerada como fuente de inspiración para acciones en el bien.
Frases marcantes sobre la parábola del hijo pródigo
Como vimos hasta aquí, la parábola del hijo pródigo posibilita innumerables reflexiones.
Para ayudar en esos pensamientos, revise a continuación la selección de frases que preparamos para usted:
- Alimentarse con comida de cerdos es señal de distancia del Padre. ¡Recordemos al hijo pródigo!
- El hijo pródigo fue apresurado cuando pidió al padre su herencia y salió de casa para un país distante. Sea cauteloso.
- En la casa de mi padre nadie pasa hambre…
Conclusión
La parábola del hijo pródigo nos enseña a no ser frívolos con nuestros bienes, a honrar a nuestra familia y a no buscar la felicidad de forma fútil y libertina.
Con el pasaje, aprendemos a actuar de manera ética y amorosa en la búsqueda de la evolución moral y espiritual.
Esta es una historia que tiene todo que ver con el Espiritismo y la necesidad de superación constante de todos.
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Muy buen articulo, muy recomendable! Reciba un cordial saludo.
Muchas gracias por su feedback. Un abrazo fraternal.